Propuesta de activismo artístico-político que posiciona el discurso de la libertad estética y los derechos culturales de las personas trans a partir de la puesta en escena de un tango en que la persona biológicamente femenina encarna el rol de género masculino y la persona biológicamente masculina encarna el rol de género femenino.
sábado, 9 de febrero de 2008
Bernardo es un personaje interpretado por Cosme Córdova
Bernardo frente al espejo; se mira y dice:"Reconócelo, cabrón, el tango es tu vicio... sí, mi vicio, y ¿qué? Otros se meten porquerías en el cuerpo hasta fundirse el mate.
Yo bailo tango. Y oculto esta pasión... porque ¿quién entendería que para bailar el tango, para sentir el tango, tengo que cambiar mi cuerpo y mi voz?"
Elena es un personaje interpretado por Cayetana Salao
Se marcha. Un biombo iluminado la espera. Protegida de la mirada de todos, se despoja entonces poco a poco de las prendas que el cuerpo luce bien, pero que dentro de la piel no son nada.
Excusas los trapos que cubren el verdadero deseo...
Elena levanta cuidadosamente cada capa, como si se tratara de pieles secas. Se despoja de aretes, collares y pulseras. Accesorios falsos como su imagen seductora de mujer perfecta...
"Aquí estoy. Así luzco, pero... así no siento."
Con estas palabras Elena aparece en escena. Ha tenido que aprender los lenguajes del cuerpo; femenino y masculino.
Elena sabe que lo que siente no se ve y por eso engaña, seduce, atrapa...
"Ellos están convencidos de que han inculcado en mí todos estos movimientos femeninos; el caminadito de modelo, el contorneo de las caderas. Ustedes también."